No está el tiempo para lubis. La única opción es pegarse un madrugón para estar en el pesquero al amanecer, peeeeero, como que no apetece..... Por ello solo me queda la posibilidad de ir tranquilamente a las 9 a dar un paseíto y ver si caen unas caballitas o unos xurelos, o probar un poco de jigging más profundo en busca de abadejos o san martiños.
Al llegar a la zona de pesca veo que las manchas de pescado brillan por su ausencia, el mar como un plato y empieza a hacer calor. Pruebo en pequeñas manchas y en bajos sin resultados. Tras un par de horas con escaso bagaje, una caballa y un xurelo, la primera japónica y el segundo francés, decido dar vueltas por zonas más profundas en busca de piedras con pescado para hacer algo de jigging.
Veo una mancha pequeña a 30 mts y sin mucha convicción dejo caer el vinilo precedido de unas plumas. Al llegar abajo empiezo a recoger y en uno de los tirones, PICADÓN, pero se suelta, abro el pick up y dejo bajar inmediatamente el vinilo, vuelvo a tirar y ZAPA, enganchado, tirones violentos me hacen dudar si será un buen robalo, empiezo a subirlo lentamente, no se entrega, por lo que dudo que sea un abadejo, por momentos cabecea como un robalo, ya cerca de la superficie empieza a ceder y ahora si aparece ante mis ojos, entregado, mi nuevo record de abadejo (5,1 kgs). Al final una jornada que pintaba bolo fue salvada por una buena pieza que se dignó en picar......
