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lunes, 9 de junio de 2014

Salmón del Ulla




El viernes pesqué el coto de Sinde en el Ulla. Este año están saliendo bastantes salmones en este precioso rio tan cerquita de mi casa y fui con esperanzas de al menos clavar alguno. El dia me gustaba, había llovido bastante por la noche y la mañana era gris con algunos chaparrones, el rio repuntó un poco el caudal y parecía idóneo para que algún salmón fresco remontara y se pusiera al alcance de mi caña. Mi idea era centrarme sobre todo en el cebo sin despreciar la posibilidad de algún cucharillazo por la zona de la presa. Comencé vareando a cebo y aunque la corriente traía algún alga del embalse, tan molestas para pescar, se podía echar el lance durante el tiempo suficiente. Durante las dos primeras horas lo único que vi fue bañarse dos salmones viejos que no querían saber nada de mi quisquilla.  Al cabo de un rato noté unos leves tirones en la línea y di a clavar, fallo, el cebo viene mordido pero nada...., seguramente un salmón viejo que picó muy receloso.


                                                Preciosa vista del coto desde el puente


 
 
 
Después de unas horitas sin más picadas me acerqué hasta la presa donde me encontré con un pescador que tenía un salmón de 4 kilos pescado a cucharilla a primera hora. Dediqué  un buen rato a este arte sin éxito y decidí cambiar de nuevo. Me fui a otra postura de cebo y nada más calar el plomo en el fondo avanzo un par de palmos y toc, toc, toc,  está picando!!!!!!!, doy a clavar y BIIIIIINGO la caña de 9 metros se dobla, tengo un salmón clavado, empieza la lucha, llueve con intensidad, jarrea, el viento se arremolina y  el salmón pega su primera carrera, coge la corriente y parece un tranvía, imparable, aprieto el freno al límite y parece que lo aguanto, la puntera de la caña casi se mete en el agua, me digo a mi mismo este es un salmonazo,  empiezo a traerlo, pero cuando creo que lo tengo en mi terreno vuelve a la carga, carrerón rio abajo de nuevo, vuelvo a apretar, pega un salto y platea en el aire, me pongo un poco más nervioso, en medio de la lluvia y con las carreras la pelea se vuelve interminable, y también inolvidable, tras diez o quince minutos de embestidas el salmón parece que dobla, pliego caña lo voy arrimando y cuando está casi en la orilla sale disparado, se mete en las rocas de más abajo, lo separo, lo vuelvo a cansar y ahora si, ahora te saco, lo arrimo cojo  la cola y para fuera,  estoy exultante, como siempre, da igual los que hayas pescado, este animal nunca defrauda, con la caña larga la pelea es brutal, sobre todo si es un salmón de reciente entrada como este.......al final 4,3 kg de plata, por su lucha pensé que sería muchísimo mayor, una pelea que no olvidaré